jueves, 16 de abril de 2009

Para que aprendan a ahorrar

Un batallón de atletas engrosa largo listado en bancarrota
Inversiones inadecuadas, apuestas y divorcios erosionan fortunas
Cecil Fielder perdió su fortuna de US$46,8 millones en los casinos y su familia. Es enemigo de su hijo, Prince, y su ex esposa.

SANTO DOMINGO. Además de ser ex atletas profesionales, hay un común denominador entre Cecil Fielder, Kenny Anderson, O.J. Simpson y una extensa lista de figuras del deporte: la bancarrota.

Dos años después de haberse retirado, el 78% de los ex jugadores de fútbol americano de la NFL se han declarado en quiebra o están bajo presión económica por estar sin trabajo o en trámites de separación de su pareja.

Inversiones incorrectas, divorcios y apuestas (en casinos y otros juegos de azar) fueron las principales causas encontradas por un estudios elaborado por la revista Sports Illustrated titulado "How (and Why) Athletes Go Broke" o ¿Cómo (y por qué) los Atletas Quiebran?

Solamente en divorcios, el estudio encontró que los atletas pierden entre el 60% y 80% de sus fortunas.

A los cinco años de haberse retirado, aproximadamente el 60% de los ex jugadores de básquet de la NBA están en quiebra.

Varios retirados de las Grandes Ligas han corrido con la misma suerte, y la actual crisis financiera mundial le ha quitado el sueño a más de un jugador activo.

En febrero, 10 Grandes Ligas activos y jubilados -incluyendo a Johnny Damon (Yanquis), Jacoby Ellsbury (Boston), Mike Pelfrey (Mets) y Scott Eyre (Filis)- descubrieron que una parte de su patrimonio está comprometido en el fraude de 8 millardos de dólares que perpetró el banquero tejano Robert Allen Stanford.

Pelfrey declaró al New York Post que 99% de su fortuna está "congelada"; Eyre admitió en febrero que estaba quebrado, y el equipo rápidamente accedió a darle un adelanto de su salario de US$2 millones.

Kenny Anderson, que ganó US$63 millones en la NBA entre 1991 y 2005, se declaró en quiebra en 2005. Mientras jugaba como profesional tenía un promedio de ocho carros, sus gastos mensuales eran de US$41 mil, además que regalaba a amigos y familiares una media de US$4 mil.

Hace cuatro años, el futuro inmortal de la NBA, Scottie Pippen, demandó sin éxito a un asesor por alegadamente perder US$27 millones de su dinero en inversiones en bolsa de valores.

En 2007, cuando Pippen, que ganó US$110 millones en 17 años en la NBA, intentó regresar a la liga, la Corte de Apelación de Missouri determinó que el jugador debía US$5 millones en intereses al US Bank, y le incautó un jet que el ex Bulls había comprado en 2001.

Y es que el estilo de vida que asumen algunos atletas profesionales, en muchos casos, ni siquiera con los millones que ganan, es sostenible en el tiempo.

El periódico Palm Beach Post encontró en una solicitud de divorcio (que luego retiró) de Shaquille O'Neal en enero que el centro de Phoenix Sun tenía gastos mensuales de US$875,015, incluyendo US$26,500 en cuidado de sus hijos, US$24,300 en combustible y US$17,220 en compra de ropa.

El jardinero Torii Hunter conoció el caso de un ex Grandes Ligas dominicano que tuvo que romper vínculo con quien había sido su asistente por 18 años. El asistente le solicitaba un cheque de US$5 mil todos los meses para el pago de los seguros de dos carros del ex jugador. Pero Hunter pagaba por las mismas primas en los Estados Unidos US$250.

En 1994, cuando el centro NBA Dikembe Mutombo se comprometió con Michelle Roberts, una estudiante de medicina, Roberts rehusó firmar un contrato premarital un día antes de la boda.

Quinientos invitados, incluyendo una larga lista provenientes del Congo (donde nació Mutombo) volaron a Washington. Roberts nunca firmó y la unión no se materializó, aunque el jugador gastó US$250 mil en los preparativos.

NPerez@diariolibre.com

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