HA MUERTO EL PERRO MAS FEO DEL MUNDO.

Ganó el premio al perro más feo del mundo. Un cáncer le había devorado un ojo, perdió el pelo y su piel se cubrió de manchas. Además le faltaba una pata. Pero para su dueña, que invirtió el dinero del premio en un tratamiento oncológico, era el más guapo y lo seguirá siendo siempre. Gus está enterrado en el jardín de casa, bajo las flores, cerca de la amita que luchó por su vida hasta el último momento.

A los ocho años, en la ciudad de Gulfport, Florida, el cáncer se ha cobrado la vida de Gus, el que fuera elegido hace unos meses como el perro más feo del mundo, concurso al que le presentó su dueña con la esperanza de ganar unos dólares para sufragar el carísimo tratamiento de quimioterapia a que estaba siendo sometido el can. Tuerto, sin pelo y de tres patas, Gus fue el triunfador absoluto, y se convirtió en protagonista de los medios de comunicación. El dinero le permitió prolongar su vida un poco más y hacerlo con dignidad, así que a su dueña, Jeanette Ted, no le pesa haberlo presentado al concurso.