Hay que estar un poco mal de la olla para poner en riesgo la salud de uno mismo por ponerse un par de tatuajes… pero ésto de arriesgar incluso la visión, sí que pone los pelos de punta. Shannon Larratt, cuyo ojo podéis ver en las imágenes, ha tenido el valor de tatuarse su ojito derecho con tinta azul… como poco antes lo habían hecho ya dos de sus amigos. Por desgracia a Shannon no le ha salido tan bien y tuvo que acudir al médico para que le revisaran el ojo, ya que ha sufrido una irritación que le produce dolor al enfocar en objetos cercanos… aunque no corre peligro, tendrá que aguantar el dolor durante algún tiempo, hasta que las heridas se curen. Los tatuajes de córnea (ojos, en general) llevan más de 2000 años practicándose, pero hasta el siglo XIX no se pudieron mejorar lo suficiente como para que los riesgos de perder los ojos fuesen aceptables… actualmente pueden realizarse con riesgos mínimos, sin embargo esta operación sólo deben hacerla médicos especializados.
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Hace 9 años
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