El pequeño jugaba con otros niños el sábado en un balcón de un edificio de Dietzenbach, al oeste del país, cuando perdió el equilibrio y se precipitó al vacío, cayendo en una zona de césped. Llevado enseguida al hospital, los médicos comprobaron que no tenía nada, aparte de algunas contusiones menores.
Menos mal que no le ocurrió algo más peor, y que esto sirva de advertencia a los padres tanto de este niño como los demás padres a que tengan más cuidados con sus niños, por que finalmente no todos corren con la misma suerte. Bien por el niño.
visto en planetacurioso.com.
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