No solo los cristales de cubrir cada centímetro de la parte externa del coche, pero también se extiende por partes prominentes dentro de la consola central, el asiento y la puerta, incluso el espejo retrovisor.
He aqui, bienaventurado es el hombre que jehova castiga; por tanto, no menosprecies la correccion del todo poderoso. Porque el es quien hace la llaga, y el la vendara; El hiere y sus manos curan.
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