Ignorando el coste de esta preparación, y casi que mejor así, podemos contar poco aparte de lo que se ve en las imágenes. La vieja pickup Isuzu del año 89 es ahora un impresionante vehículo que ha crecido 3.5 metros en la parte de la cuna para añadir las 6 ruedas traseras que propulsan al vehículo. El encargado de generar esa energía es un motor 350 V8 enlazado a una transmisión 700-R4.
Aparte de las generosas llantas de aleación cromadas para estos cuatro ejes, se puede ver que no es precisamente cómoda de guardar en garaje puesto que la altura al suelo es mínima. A lo mejor es que este “engendro” no es demasiado estable sino se reduce la distancia al suelo.


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