viernes, 12 de diciembre de 2008

EL CORRO MAS PEQUEÑO DEL MUNDO.




Se llama Peel P50 y ostenta el récord Guiness por ser el vehículo apto para la conducción de menores dimensiones jamás producido. Este curioso cochecito de 1962 carecía de marcha atrás, pero un ingenioso sistema permitía a su conductor transportarlo donde quisiera.

Cuando en 1962 salió a la calle el P50, los ingenieros de la Peel Engineering Company no se imaginaban la repercusión que su criatura tendría en el futuro. Aunque en su momento este vehículo no consiguió vender ni 100 unidades, pasaría a la Historia (al menos, de momento) como el coche más pequeño del mundo.
Y es que la vida de este monoplaza construido en fibra de vidrio fue efímera. Apenas tres años de producción en la Isla de Man (Reino Unido), de 1962 a 1965. Inconvenientes en su diseño y habitabilidad difíciles de subsanar hicieron que el P50 naciera abocado a la extinción: a pesar de su ligereza y reducido tamaño resultaba difícil de conducir.
Si atendemos a sus medidas, resulta gracioso pensar que el P50 recorrió las carreteras junto a otros coches de tamaño normal. Desde luego, bien merecido es su récord Guiness : con 134 centímetros de lontitud, 99 centímetros de anchura y 134 centímetros de altura, no es de extrañar que el usuario se sintiera algo más que ahogado dentro del habitáculo.
59 kilos de peso
Este automóvil de una sola plaza montaba un motor Zweirad Union de 49 centímetros cúbicos y alcanzaba los 40 kilómetros por hora de velocidad máxima. Estaba provisto de una caja de cambios de tres velocidades que servían sólo para hacer avanzar al P50. La carencia de marcha atrás se solucionaba gracias a un sencillo sistema. Incorporaba una barra cromada en su parte trasera que el conductor agarraba para mover el microcoche donde quisiera. Al ser tan liviano (pesaba sólo 59 kilos) era una tarea fácil.
Además, respondía a la necesidad de la época de diseñar coches con bajo consumo de gasolina. El P50 sólo necesitaba un litro de combustible para recorrer 42 kilómetros.

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