te hare entender, y te enseñare el camino en que debes andar; sobre ti fijare mis ojos. no seais como el caballo, o como el mulo, sin entendimiento, que han de ser sujetados con cabestro y con freno, porque si no, no se acercan a ti.
He aqui, bienaventurado es el hombre que jehova castiga; por tanto, no menosprecies la correccion del todo poderoso. Porque el es quien hace la llaga, y el la vendara; El hiere y sus manos curan.
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